No todo son reseñas en mi blog y de vez en cuando escribo parrafadas como esta. Prometo será corta.
Hace un tiempo uno de mis compañeros de trabajo me confesó algo.
«Raquel... estoy escribiendo un libro»No sabéis la ilusión que me hizo porque eso no lo sabe nadie de la oficina! Las veces que comparto algo en mis redes sociales sobre tutoriales para escribir, o trucos o reglas para escritores, me acuerdo de él, porque sé que lo usa para su novela.
Sí, reconozco que lo ponía para mi, y cuatro más, que quizá me leyeran en sus tiempos de aburrimiento extremo, pero no... va a ser que alguna personita más usa lo que comparto y también escribe.
«Raquel... solo lo sabes tú. No se lo digas a los demás»Evidentemente no diré quien es... Dios me libre, pero sí me gusta que haya gente que tenga ideas en la cabeza, que escriba y que además pierda el miedo a ello.
Esta persona me contó que lleva años con esa historia en la cabeza pero que perdió la valentía para escribirla por culpa de otra persona que le dijo que era una tontería. Le quitó la ilusión. ¡Me parece muy mal! Mi amigo solo quiere expresarse; contar una historia al mundo. ¿Por qué truncar las ilusiones y sueños de los demás? No lo entiendo, sinceramente. Además, que es independiente de si escribe bien o mal... Que eso no importa, lo importante es empezar. Vamos no sé... ¿Vosotros qué pensáis?
Así que me siento orgullosa de haberle devuelto las ganas de escribir a este amigo mío y a que pierda el miedo. ;) ¡Si señor!
Y con esta mini entrada, me despido por hoy.
Feliz día a todos!
Dale ánimos a tu amigo para que escriba su historia. Yo estoy esperando con ganas la novela de una persona que lleva un tiempo inmersa en ella.
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